31.3.06

Libros, cultura y futbolistas

Iba a colgar en el blog mi visión del partido Barça-Madrid de mañana, pero después de leer muchos blogs, queda poco por decir, así que os planteo una reflexión distinta.
Escuchar la transmisión radiofónica de un partido de fútbol puede resultar muy entretenido si se analiza algo más que el partido en sí. Puedes ver cómo hay comentaristas que al inicio afirman rotundamente una cosa y, a poco que se les rebata el argumento o que caiga un gol del lado equivocado, no tienen problemas en asegurar todo lo contrario. Es más, son capaces de cambiar de opinión varias veces en el tiempo que dura el partido. Pero lo que más gracia me hace son las carreras de los periodistas del micrófono inalámbrico al acabar el encuentro, sus batallas con los guardias de seguridad (¡no me empujes, que estoy trabajando!) y sus jadeos para entrevistar al jugador que se les ponga por delante. Y todo, al fin y al cabo, para obtener respuestas del tipo: "El fútbol es así", "no hemos sabido materializar las ocasiones", "aún queda el partido de vuelta", "mientras haya posibilidades matemáticas debemos seguir trabajando", "ha sido penalty clarísimo"... Tópicos y más tópicos.
Escribo esto porque resulta raro que, en un mundo donde un excapitán de Real Madrid hacía gala de no haber leído un libro en su vida (y no creo que sea el único), un futbolista decida publicar sus reflexiones y su manera de ver la vida en uno. Oleguer Presas lo ha hecho en ‘Camí d’Ítaca’ (Editorial Mina, colección Focus), escrito a medias con Roc Casagran. Se podrá estar de acuerdo o en desacuerdo con su manera de pensar, con su ideología política, con su identidad nacional o con el enfoque de sus expresiones, pero lo cierto es que -lamentablemente- no es habitual que un futbolista se moje y diga algo más que aquello de "si ganamos tres partidos seguidos iremos hacia arriba".
Necesitaríamos pocos dedos para poder contar aquellos futbolistas o exfutbolistas que son capaces de hablar -y hacerlo bien- y, además, de decir algo interesante. Y son menos aún los que son pueden utilizar correctamente frases subordinadas y que tengan sentido. Valdano, Guardiola... ¿algún otro?. No estoy diciendo que los jugadores deban ser académicos de la lengua ni científicos, pero creo que todos apreciaríamos que cuando se ponen ante un micrófono dijeran cosas que nos hicieran pensar: ¡vaya, este tipo sabe lo que dice!
Lo curioso del caso es que hay grandísimos e interesantísimos libros que tratan sobre fútbol, pero no parece que los protagonistas se interesen demasiado por algo que no sea jugar, cobrar y vivir bien (comprensible, sobre todo, esto último). En otros deportes que mueven muchísimo menos dinero la situación es bien diferente, y no son pocos los jugadores de baloncesto o balonmano, por ejemplo, que tienen o están cursando estudios universitarios.
Más allá de cursar o no estudios, que al fin y al cabo es una opción en la vida, parece que en este mundo de Ferraris, Armanis y otras grandes marcas, la cultura no tenga cabida. Probablemente sea injusto y haya muchos futbolistas que piensen, lean y hablen con corrección. Si es así, todos agradeceríamos que dijeran cosas distintas y que se mojaran acerca de los problemas que afectan a la sociedad. Si lo hacen músicos o actores, ¿por qué no los futbolistas?

7 comentarios:

Martí Perarnau dijo...

En el fondo, entre todos hemos elevado a los altares a jóvenes sin excesiva formación, por voluntad propia o por imposibilidad material para estudiar. Lo cierto es que su formación -prefiero ese término que el de cultura- les hace muy vulnerables y ante eso se acorazan y escudan en los cuatro tópicos sabidos. Y de ahí no se les puede mover porque pocos sabrían adónde ir. Dicen que "el fútbol es así" porque realmente lo sienten de ese modo. Quizás nunca han tenido la oportunidad de reflexionar seriamente si el fútbol es así o de otro modo.
De ahí que resulte gratificante cuando uno de ellos es capaz de construir dos frases con sentido. Lejos de mí pretender menospreciarles. Como bien dices, la formación es una opción vital.
Añadamos a ello los temores a la exposición pública, al qué dirán o a las represalias de aficionados o directivos. Conclusión: jóvenes poco formados pero idolatrados, con escasas cosas que decir. Triste.
Saludos

Pablo G. dijo...

De acuerdo con los dos. Casi ninguno aporta nada ni en las ruedas de prensa o declaraciones post-partido ni en las entrevistas personales. Y luego, al 90% casi hay que ir arrojando pétalos por donde pasan y agradeciendo que te dediquen 10 segundos. En otros deportes, tal vez muchos sigan teniendo la misma dificultad para expresarse pero son menos arrogantes y muestras más disponibilidad. Yo propondría un Caiga Quien Caiga para futbolistas, para desmitificarlos un poco y tratarles como ellos en su mayoría nos tratan a los periodistas e incluso a los aficionados que pagan o esperan horas para verles

Csai D. dijo...

Fabuloso post. Creo no obstante que ya tienen bastante los futblistas con que les pidamos hacer filigranas, que metan goles, regaterar, defender, etc... Hay muchos periodistas, artistas, que tampoco se han leído más de 10 libros en su vida.

Sobre lo que dices que en otros deportes les exigen un título universitario (en EEUU), es una falacia. Lo conozco de primera mano y sé que no es así.

Curiosamente, un tipo que ha leído todos los libros que hay sobre boxeo es uno de los más cafres y brutos. Myke Tyson.

Y hablando de su preparación, ¿qué esperamos que digan? ¿Qué salga Beckham a comentar sobre el cese al fuego de ETA? Me parece que no es dependencia de ellos. Es más, ¿buscar algo más para criticarlos y vilipendiarlos? Toca entender también la condición social de estas personas, cuyos padres muchas veces no tienen dinero ni para alimentarlos. Una vez son ricos, esa cultura de aprendizaje no la tienen.

Justamente hoy estaba leyendo el libro Fútbol, de Manuel Vázquez Montalbán. Lo recomiendo.

Repito que me pareció un gran post este.

Juan Carlos dijo...

@Csai
No creo haber dicho que en Estados Unidos se exija un título. Digo que en otros deportes sí hay gente que cursa estudios universitarios, probablemente por dos razones: la primera, que le apetece; la segunda, que a lo mejor no se mueve tanto dinero en su deporte como en el fútbol.
Vázquez MOntalbán era un tipo que sabía mucho de fútbol y que demostró que los prejuicios que muchos "intelectuales" tienen a ese deporte son, en el fondo, puro snobismo.

Nadie esá obligado a leer, por supuesto, y sé que hay otras profesiones en las que no se lee (de hecho, el índice de lectores de España es de los más bajos de Europa).
Sobre la extracción social del futbolista, tu exposición me vale en algunos casos: las favelas de Brasil o los futbolistas africanos, por ejemplo. Incluso Eto'o, que viene de uno de esos países, dice cosas cuando habla (aunque a veces se le vaya la olla).
Finalmente, creo que la formación (en efecto, mejor formación que cultura, Martí) es fundamental para todo el mundo, independientemente de su profesión y del dinero que gane. Si los deportistas de élite no lo entienden así, corremos el riesgo de enfrentarnos a nuevos casos como los de Chaba Jiménez, Pantani o el recientemente desaparecido Jesús Rollán, quienes no supieron (o no pudieron) adaptrse a su situación después del deporte.

kai25 dijo...

Post original, respecto a Oleguer, no me gusta que se mezcle futbol con politica, y el lo mezcla porque se aprovecha de su tiron futbolistico para hacer propaganda de sus ideas.
Ideas a las que luego no es fiel cuando acude a la llamada de la Selección Española para defender los colores de una selección que no siente.

Un saludo

Juan Carlos dijo...

En general, salvo contadas y honrosas excepciones, el nivel de la prensa deportiva es muy bajo, tan sólo comparable al de la prensa del corazón. Habría que preguntarse si los lectores merecemos que se nos trate de manipular como su fuéramos imbéciles.

Anónimo dijo...

Prefiero un jugador que no haya leido un libro en su vida a uno supuestamenet muu culto que pide que liberen a un terrorista.